Franco Villella: la mente maestra detrás de SAYOS

Al hablar de SAYOS debemos referirnos también (y casi de manera obligatoria), a su fundador Franco Villella.

La innovación y la versatilidad de SAYOS no es una sorpresa si tenemos en cuenta la naturaleza emprendedora e incansable de esta marca que viene, por supuesto, de la mente maestra de Franco, un inmigrante italiano que llegó a Argentina siendo un niño.

Villella comenzó con 2 trabajos dentro de un país con un idioma, cultura y clima muy diferentes al de su país de origen. Sin embargo, ninguno de estos factores fue un impedimento para que un joven Franco quisiera sembrar sus raíces en esta tierra.

Inicios como colectivero y trabajador de una metalúrgica

Cuando se tiene en frente a una empresa con una trayectoria tan impecable como la de SAYOS, cuesta imaginar que su creador fue chófer de la línea 32 Empresa “El Puente” y trabajador de una metalúrgica argentina.

No obstante, debes saber que los inicios de Franco dentro del mercado laboral de Argentina fueron así, conduciendo durante horas y operando máquinas metalúrgicas que, sin saber, le serían de gran ayuda para la idea que se le ocurriría dentro de poco tiempo.

Para ser más exactos, Franco supo que podía emprender en la fabricación de metales cuando dejaron una máquina de cortar chapas en su casa.

Después de algunos años, el inquieto italiano dejó de trabajar en la metalúrgica para dedicarse a la fabricación de torteras para la exhibición de tortas en celebraciones de todo tipo.

franco villella

1975: el año de la materialización de un sueño

Usando como punto de partida sus conocimientos en el manejo de máquinas para fabricar soportes de metal, Franco decidió iniciar con una pequeña fábrica en el garaje de su casa.

Corría el año 1975, y junto a solo 2 trabajadores este emprendedor tuvo la certeza de que la naciente SAYOS llegaría muy lejos.

Sus predicciones no se equivocaron, y poco tiempo después Franco estaba recibiendo pedidos para equipar panaderías con muebles de aluminio y vidrio.

En el año 1988 un terreno en Lanús recibió a un Franco mucho más inmerso en el mercado argentino, con un equipo de trabajo más grande y con muchas más ganas de laborar en una fábrica más amplia.

Poco tiempo después, en 1994, SAYOS quiso tener una exhibición mucho más impactante, por lo que adquirió un espacio amplio en la capital federal. Ahí mismo acondicionó un showroom simplemente excepcional.

En la actualidad SAYOS sigue ofreciendo un servicio y calidad inigualables, esta vez junto a la familia de Franco.

Sin duda, Franco Villella es un ejemplo claro y rotundo de que con dedicación, esfuerzo, constancia, pero, sobre todo, con convicción en los sueños, se pueden lograr absolutamente todas las metas trazadas.

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